Trabajando por los Derechos de la infancia y la adolescencia en la Patria Grande
La infancia es un campo de disputa política, en donde el mundo adulto se empeña en dirimir intereses, construcciones de sentido y formas de crianzas que inciden en la niñez; pero por sobre todo es una disputa donde se pone en juego si se les garantiza o no el pleno disfrute de sus derechos hoy.
En la actualidad hay dos cambios trascendentes en la mirada de la sociedad y en el campo de la política hacia los niños, niñas y adolescentes. Una se refiere a la concepción de niño/a; la otra a la forma de elaborar e implementar las políticas públicas para la Infancia. Se ha universalizado la visión de que todos los/las niños/as son iguales, tienen la misma dignidad, la misma capacidad al nacer, y que se les otorgue igualdad de oportunidades.
Todo proceso de crianza es un proceso político y pedagógico. Político en tanto es un proceso que debiera ser asumido por el colectivo; de co-responsabilidad social de la comunidad, de la tribu. Y pedagógico en tanto proceso de trasmisión de saberes, valores, costumbres al cachorro humano.
La forma apropiada de crear políticas públicas para los/las niños/as está en construir una política de atención integral y fundamentalmente dotarlas con las previsiones presupuestarias necesarias. Decisores, planificadores, especialistas, técnicos de las distintas áreas de la vida y desarrollo infantil, organizaciones sociales, familias y niñes, instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales se deben congregar para construirla.
Tales políticas debieran funcionar articuladamente, orientadas por los principios fundantes de la Convención de Derechos del Niño (ONU, 1989), como el del "interés superior del niño/a"; pero en particular en la interdependencia de los derechos y la integralidad de las perspectivas y de la gestión de esas políticas.